Hace un año que el teletrabajo pasó de ser una anécdota a una rutina laboral de muchos empleados. Pero tanta distancia social y videoconferencias pueden acabar pasando factura. ¿Cómo evitar el síndrome del quemado o «burnout»?
- Estamos a punto de cumplir un año desde que estallara la pandemia de la COVID-19, que nos ha obligado a cambiar muchas de nuestras rutinas, tanto personales como profesionales.
- Aunque la tecnología nos ha ayudado a seguir trabajando, lo cierto es que mucha gente empieza a notar los efectos de lo que se ha venido a llamar fatiga pandémica.
Las reuniones han sido suplantadas por videoconferencias y las pausas para el café en videollamadas sin ningún propósito laboral. Todas las empresas y sus departamentos de recursos humanos han activado diferentes planes e iniciativas para acortar esa distancia social en la medida de lo posible, garantizando la salud y potenciando el sentimiento de pertenencia.
Pero los días y las semanas pasan… y pesan. Un estudio del Fondo Económico Mundial asegura que el estrés, la ansiedad y la soledad han aumentado entre los trabajadores como consecuencia de la pandemia COVID-19. Incluso entre las personas que pueden trabajar desde casa, las presiones familiares, la búsqueda de un equilibrio entre la vida laboral y personal y los sentimientos de soledad y aislamiento se mencionaron como un aumento a medida que la pandemia interrumpió vidas e interrumpió prácticas establecidas desde hace mucho tiempo.
E incluso puede que algunas de esas iniciativas puestas en marcha por las empresas han ido poco a poco diluyendo y cayendo en el olvido. La ansiedad, la fatiga, la angustia y el agotamiento comienzan a convertirse en una preocupación real.
Evita que tus empleados acaben agotados de tanta reunión por videoconferencia con una serie de rutinas y buenas prácticas.
El bienestar del empleado y de la empresa
Los gestores de las empresas se enfrenan, pues, a un doble reto: seguir manteniendo la salud financiera del negocio y garantizar el bienestar de los empleados.
¿Cómo evitar el síndrome de estar quemado ente los empleados? El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha elaborado una serie de recomendaciones para evitar y gestionar esta fatiga pandémica.
Quizá la primera medida, tanto para los responsables como para todo el equipo humano, es saber identificar las señales que delatan que estamos a punto de sufrir ese mal. ¿Cuáles serían esos síntomas? Según la Organización Mundial de la Salud, algunas de estas señales son:
- sentirse agotado
- sentirse mentalmente distante del trabajo
- no estar ilusionado por el trabajo
- tener sentimientos negativos o cínicos sobre el trabajo
- reducir la eficacia profesional
- dificultad para concentrarse
Pero estos síntomas también pueden ser físicos. Entre ellos, podemos mencionar:
- interrupción persistente del sueño
- dolores de cabeza
- problemas estomacales o intestinales
- otras molestias físicas
Cómo revertir esos sentimientos
Cuando una persona está en este proceso, tiende también a ser menos productivo y a alejarse de los objetivos y proyectos de la compañía.
Una buena forma de revertir esta situación es impulsando prácticas positivas y hábitos saludables, con los que poder mantener la motivación y el bienestar emocional. Estas buenas prácticas no tienen por qué darse solo en las horas laborales. Está demostrado que el ejercicio físico, por ejemplo, genera hormonas que contribuyen al bienestar emocional. Hacer descuentos para apuntarse al gimnasio, proponer rutas de senderismo o retos que impliquen ejercicio físico con recompensas son algunas ideas que se pueden poner en marcha.
De hecho, establecer recompensas por los logros conseguidos es una buena manera de mantener alta la motivación de los empleados, de ayudarles a concentrarse en sus tareas y de que se sientan recompensados y motivados. Con solo saber que está trabajando hacia la meta y en el camino correcto muchos empleados ya empezarán a notar los primeros beneficios.
Algunas buenas prácticas
Aunque cada compañía es un mundo, algunas buenas prácticas también pueden servir para evitar que esta fatiga pandémica se enquiste entre los empleados. Algunas sugerencias que se pueden trasladar a todos los empleados son:
- Bloquea descansos en tu calendario para comer, darte un pequeño paseo y respirar sin que nadie te moleste en esas horas
- Haz las reuniones lo más cortas y directas posibles
- Desactiva las notificaciones para que, una vez terminada tu jornada laboral, nadie pueda molestarte
- El trabajo debe ser por objetivos. Cómo te organices para conseguirlos es tu decisión y responsabilidad
- Organiza reuniones con un propósito meramente social. Es un buen momento para preguntar a todos los empleados y compañeros qué tal están
- Plantea charlas o comparte vídeos de relajación para que se coja como costumbre antes de iniciar cada jornada laboral
- Premia a tus empleados con días libres, sin reuniones
Este nuevo panorama laboral probablemente esté durando mucho más tiempo de lo esperado y previsto. Es más, todos sabemos que continuará durante algún tiempo. Así pues, pongamos todo lo que esté en nuestro mano para mantener alta la moral y evitar el síndrome del quemado.